1873
Florián y Yussuf.
Las carretas avanzaban en la oscuridad. Los
hombres, apiñados en su interior, soportaban el paso lerdo de las horas.
Habían partido una madrugada desde la
localidad de Azul, un poblado que, cuarenta años antes, se había erigido como
fortaleza en la línea de la frontera.
Aquel invierno de 1873 era especialmente frío. Dentro de las carretas, los hombres se apretaban intentando resistir las incomodidades del largo viaje. Conocían su propósito, y estaban dispuestos a cumplirlo sin importar el costo.
